Donkey Kong Bananza, el esperado juego 3D exclusivo de Nintendo Switch 2, impresiona con su innovador sistema de destrucción basado en vóxeles, pero también expone limitaciones técnicas detectadas por Digital Foundry.
Desarrollado originalmente para Switch 1 y trasladado a la Switch 2 para aprovechar su potencia, Bananza presenta un sistema de entorno destructible que permite romper paredes y abrir nuevos caminos, creando una experiencia sandbox en 3D inspirada en Super Mario Odyssey. El motor Unreal Engine 5 y el uso de tecnología voxel brindan un impacto visual poderoso y dinámico.
Sin embargo, el análisis técnico de Digital Foundry señala varias carencias: uso de escalado FSR 1 en lugar de DLSS, sombras de baja calidad, pop‑ins frecuentes en objetos lejanos, y caídas en la tasa de frames durante secuencias intensas, llegando ocasionalmente a 30 fps. Aun así, la experiencia general se mantiene alrededor de los 60 fps, especialmente en modo portátil.
Adicionalmente, la resolución dinámica ofrece entre 1080–1200p en modo dock y 1080p constante en portátil. La combinación de FSR 1 y SMAA genera imágenes algo suaves, sacrificando nitidez por fluidez.
A pesar de estos inconvenientes, medios como The Guardian califican a Bananza como un homenaje radicalmente innovador del personaje, reconocido por su jugabilidad caótica y destructiva The Guardian. Los jugadores y críticos señalan que Nintendo priorizó la diversión y la ambición visual, incluso si esto implica compromisos técnicos en el rendimiento.
Donkey Kong Bananza es una experiencia atrevida y visualmente impactante que deja huella gracias a su destrucción voxel. Aunque los compromisos técnicos como pop-in, sombras pobres y uso de FSR 1 en lugar de DLSS afectan la calidad visual, la jugabilidad sigue siendo sólida y divertida. Si eres fan de DK y buscas originalidad sobre perfección, Bananza es una apuesta ganadora.