A pesar de que el Samsung Galaxy Tab S11 se presenta como uno de los tablets más completos de su categoría, un reciente análisis revela varios puntos que podrían decepcionar a ciertos usuarios. Entre ellos destacan limitaciones en el software, autonomía inferior a lo esperado, problemas térmicos y un diseño que, pese a su apariencia premium, mantiene biseles más notorios de lo deseable.
El primer punto de crítica se centra en las opciones de configuración de software, que resultan más limitadas de lo habitual para un dispositivo de gama alta. La interfaz One UI 8 no incluye mejoras sustanciales en cuanto al control de color. El usuario solo puede modificar la temperatura de color dentro del perfil “Vivid”, mientras que el perfil “Natural” se ajusta automáticamente. Esto puede generar incomodidad para quienes buscan calibraciones precisas en tareas visuales o edición multimedia.
El segundo aspecto negativo se relaciona con la autonomía. A pesar de incorporar una batería de 8.400 mAh, las pruebas registraron una duración cercana a las 11 horas de navegación Wi-Fi con brillo medio, una cifra considerablemente menor en comparación con tablets rivales como el Xiaomi Pad 7 Pro, que supera las 17 horas en condiciones similares. Además, el consumo en reposo fue superior al promedio, lo que sugiere una gestión energética mejorable.
Otro punto que ha generado debate son los problemas térmicos. Bajo uso intensivo, el dispositivo tiende a calentarse en la parte posterior, ocasionando reducciones automáticas de rendimiento que pueden alcanzar entre un 15 % y un 40 %. En pruebas prolongadas, el Tab S11 mostró un rendimiento inferior al de su versión Ultra, especialmente durante tareas gráficas demandantes o sesiones de juego extendidas.
Finalmente, el apartado estético también ha sido objeto de observación. Aunque el Tab S11 es más delgado y liviano que su predecesor, su relación pantalla-cuerpo del 83,6 % deja bordes más visibles de lo que se esperaría en un modelo premium. Esto contrasta con el diseño más optimizado del Tab S11 Ultra, que ofrece una relación cercana al 90 %, otorgándole un aspecto más moderno y envolvente.
Estas limitaciones no desmerecen el conjunto general, pero sí reflejan que incluso los modelos de alta gama pueden presentar concesiones que influirán en la experiencia de uso, sobre todo para los usuarios más exigentes o profesionales.
Contexto adicional y comparación frente al Galaxy Tab S11 Ultra
Para entender mejor estas críticas, resulta útil comparar el Galaxy Tab S11 con su versión superior, el Tab S11 Ultra, un modelo que mejora en casi todos los apartados clave. Su construcción más robusta, mejor disipación térmica y biseles reducidos le otorgan una ventaja clara en diseño y rendimiento sostenido. Además, el chip Dimensity 9400+ del modelo Ultra proporciona un desempeño superior en tareas intensivas y un soporte más estable para funciones de inteligencia artificial.
En análisis recientes, algunos evaluadores también señalaron que el Tab S11 Ultra presenta mejoras en la autonomía y en la gestión de temperatura respecto al modelo base. Sin embargo, no está exento de compromisos: el tiempo de carga por cable sigue siendo más lento de lo esperado en un dispositivo de su rango. Aun así, la comparación deja claro que el modelo Ultra apunta a un público más profesional y exigente, mientras que el Tab S11 busca equilibrar rendimiento y portabilidad, aunque con algunas renuncias notables.